Cerré la puerta sin hacer ruido y fui a acostar a los niños. Les expliqué un cuento como todas las noches. ¡Qué bien, mamá! Hoy ha sido muy largo y bonito, dijeron los dos abrazándome y besándome. Tenía tiempo, todo el tiempo del mundo, así que me quedé con ellos hasta que se durmieron. Luego me puse el camisón y me senté en el sofá. Pasaron las horas y comprendí que esta vez era la definitiva. Él no volvería, seguro. Entonces fui a la cocina y abrí la espita del gas.
M'ha portat recods d'infantesa, a casa no sabiem fer estels però els miravem extasiades a la platja de la Barceloneta. Admiro a les persones que tenen traça amb els treballs manuals.
ResponEliminaS´ha colat, anava per la Mª Dolors. Cada dia llegeixo els teus mini relats.
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