divendres, 19 d’agost del 2011


EL GUERRERO DEL ANTIFAZ
y su época
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Quisiera hacer un alto en mi exposición de cómics famosos, para mostrar la situación en la que se encontraban buena parte de sus creadores, en la etapa que se ha considerado “la edad de oro del tebeo español”. Mi última referencia: “El Guerrero del Antifaz” me viene como anillo al dedo para exponerlo, máxime cuando yo nunca fui fan de este personaje, porque no me gustaban sus dibujos y sus historias tan recargadas de luchas sin fin. Lo mío en aquellos tiempos eran los Flash Gordon, El Principe Valiente… que tenían mucha más calidad su dibujos.
La crítica progresista en los años sesenta, cargó contra el descuidado estilo del dibujante Gago, el autor de El guerrero… probablemente debido al frenético ritmo de trabajo que llevó, desarrollando a la vez hasta cinco series diferentes. En El Guerrero del Antifaz es cierto que los fondos están muy escasamente trabajados (a veces son inexistentes), pero se ha destacado también la habilidad del autor para imprimir dinamismo a sus historias y narrar gráficamente escenas de acción. También se criticaron sus guiones, por considerarlos vehículo de los más rancios valores de la ideología franquista. No obstante tiene aspectos que nos muestran mujeres independientes, capaces de labrarse su propio destino, como Zoraida o la Mujer Pirata. Además, cuando, en 1978 (estamos en la transición), inicia las Nuevas Aventuras del Guerrero del Antifaz, el autor se desmarca de las posiciones nacionalcatolicistas de su primera etapa, llegando incluso el protagonista a tener problemas con la Inquisición y renegar de los Reyes Católicos.
Hay que tener en cuenta que el enmascarado esconde una personalidad, una identidad que debe permanecer secreta. El Guerrero tiene dos máscaras, puesto que esconde dos personalidades, dos identidades: la del hijo de Alí Kan, azote de cristianos, y la del hijo del Conde de Roca, que abate moros. Rechazado, odiado y perseguido por ambas comunidades rivales, su máscara es doble. Según estudios aparecidos, lo ven como doble: es la máscara del español que tiene que sobrevivir bajo el franquismo, pero que, al mismo tiempo, tiene que justificar su pertenencia a las izquierdas o a corrientes de pensamiento, incluso religiosos, que no armonizan con las doctrinas oficiales. Es el caso de miles de españoles que tuvieron que sobrevivir a la dictadura franquista, sin tener compromisos con relación a la república o a sus ideologías personales. Como tantos españoles de entonces, presos del miedo por el terror imperante, que al igual que el héroe del antifaz, tiene que construirse una nueva identidad para ocultar su vida anterior, e incluso su vida interior.
Ahora con el paso del tiempo reconozco que Gago pretendía simplemente distraer, ganándose la vida, más o menos bien (más bien mal), por medio del oficio que amaba y que le apasionaba. El Guerrero del Antifaz fue el fruto de una época, de una situación, y de unas circunstancias. Él es la historieta de aventuras por excelencia y ha marcado el género en España. Debido a mis apuntes sobre el cómic en este blog he indagado en diferentes libros que ya tenía casi olvidados, sobre las circunstancias de aquella época. De pequeño leía tebeos y disfrutaba con las aventuras que nos narraban, pero con el transcurso de los años he podido ver más allá gracias a los estudiosos que empecé a frecuentar en los años sesentas. El primero de ellos Román Gubern nos propuso por primera vez en nuestro país, un estudio global del llamado Noveno Arte, en su libro “El lenguaje de los comics” de Ediciones de Bolsillo. Le seguirían, Javier Coma con su Historia de los comics “Del gato Félix al gato Fritz”, José Antonio Ramirez y su “El cómic femenino en España”, Terenci Moix se adentró en “Los cómics arte para el consumo y formas pop”, Luís Gasca escribió para Lumen “Los cómics en España”, Claude Moliterni colaboraba en diferentes publicaciones, Umberto Eco nos brindó una obra de referencia “Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas”, la Enciclopedia General Básica PALA-EGB le dedico el 4º volumen a El Arte del Comic, Salvat hizo otro tanto, y les siguieron otros más. Aquellos años fueron propicios para el estudio del comic.

4 comentaris:

  1. De veritat, Rafael, sé que no t'agrada que entrem per a dir només: "¡Qué mono!".
    Si entro cada día que escrius alguna cosa és perquè estic admirada dels teus amplíssims coneixements sobre el Món del Còmic que per a mi son una descoberta genial.
    És ben cert que mai és tard per aprendre. Gracias.

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  2. Lo dicho. Rafel seria bo comentar el que escrius de viva veu, un mini curs de còmics. Ofereixo casa meva i si voleu un berenar, cap a l'octubre? segur que tindries alumnes.

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  3. Està molt bé que ens presentis l'estudi dels còmics i a més a més en facis l'estudi sociològic que és tan revelatiu del seu fons.

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  4. Jo m'apunto al mini curs de còmics, i més si hi ha berenar.
    De jovenet vaig ser un "fan" del guerrero de l'antifaç. Els tenia col·leccionats des del núm.1, però no sé que s'en va fer... potser amb algun trasllat van anar a parar a mes a sabe on?

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