HAZAÑAS BÉLICAS
(Pensaba hablar de ello más adelante, pero lo hago ahora como si fuese un disco solicitado)
(Pensaba hablar de ello más adelante, pero lo hago ahora como si fuese un disco solicitado)
Actualmente pueden leerse en los créditos de los cómics americanos la autoría del dibujante (a lápiz), del entintador, la del rotulista y del que aplica el color. Antes no era así. Y en nuestro país aún menos en los años 40, 50.…Y digo esto porque el nombre del dibujante de Hazañas Bélicas, Boixcar era el seudónimo del historietista Guillermo Sánchez Boix. Eso es cierto, pero por más que busquéis no hallaréis el verdadero significado de Boixcar. Y eso es injusto. A mis dieciséis años entinté durante una corta temporada tebeos de la Colección Azucena. Pagaban poco y llevaba mucho tiempo. No salía a cuenta, de modo que al poco tiempo lo dejé. Pero me sirvió para entrar en conocimiento con el mundo de lo que siempre se ha llamado “el mundo de lo comiqueros”, conocí a varios de ellos, como el excelente Rafael Cortiella, que junto a él, fui del los primeros socios del Club Dhin la asociación de dibujantes de historietas e ilustraciones que se fundó en Barcelona. Y entre nosotros se sabía que Boixcar era el nombre artístico del dibujante Guillermo S. Boix y Car de Carmen su esposa que le ayudaba en su trabajo. Pero he buscado por todas partes y nadie habla de ello. Lo dicho una injusticia de manera que aquí queda para poner cada cosa en su sitio.
Dicho esto a modo de introducción, paso a uno de los tebeos que más famoso se hicieron en los años 40 y 50. De Hazañas Bélicas se publicaron una 1ª serie en 1948 que constaba de 29 números y una 2ª serie en 1950, de 319 ejemplares, que fue la que más éxito tuvo (siempre en formato horizontal de 17x24 cm). Sus seguidores admiraban el tremendo detallismo que tenían sus historias, ambientadas en la II Guerra Mundial y la Guerra de Corea. Sin tramas mecánicas, solo utilizaba líneas hechas a mano, para dar volumen y crear el clima adecuado en las batallas. La excelente documentación que poseía sobre carros blindados, cañones, aviones, barcos o submarinos, le permitían realizar unas espectaculares viñetas y portadas a color. En cuanto a la figura humana siempre se le criticó Los guiones también eran suyos. Reproduzco aquí parte de un artículo aparecido en una publicación sobre comics en el que se decía: “Sus argumentos eran pacifistas y sin héroes ni personajes fijos, su cierto afán sermoneador (que yo insisto en que hay que entender teniendo en cuenta el momento en que aparecían aquellos tebeos: la autocensura obligaba mucho, sobre todo a autores como Vañó o Boixcar, republicanos durante la contienda civil, no se olvide, con el problema que eso podía suponer en cualquier momento). Hazañas Bélicas fue una propuesta que Boix hizo al gerente de Ediciones Toray y al empresario Ayné Arnau.
En la última etapa el dibujante R. Cortiella hizo varias portadas. A punto de morir, Boixcar dejó la colección en manos de su hermano Juan Sánchez Boix y otros autores, entre los que destacarían Longarón, Vicente Farrés, Alan Doyer y Pagés. Boixcar moriría en 1964 con solo 47 años de edad. Había nacido een Barcelona en 1917.
¡Muchísimas gracias! Me hace ilusión porque siempre he pensado de dónde sacábamos los Hazañas Bélicas, de los que lo único que recuerdo (aparte del formato, claro) era que los japoneses eran malísimos. Por otro lado, no recuerdo haber leído el Azucena, qué cosas! Si leía El Guerrero del Antifaz, Roberto Alcázar y Pedrín...y ya más adelante DIEGO VALOR que primero fue una serie que radiaban y que oíamos al volver del colegio. Puedo cantar la sintonía y me se el principio del primer capítulo. Gracias de nuevo.
ResponElimina