EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

Según su autor, Manuel Gago, se inspiró en la novela Los cien caballeros de Isabel la Católica (1934) de Rafael Pérez y Pérez. Tras leerla dibujó un tebeo titulado El juramento sagrado, germen del futuro Guerrero del Antifaz, fue publicado por Editorial Valenciana en 1943, cuando el autor no había cumplido aún diecisiete años.
El Guerrero del Antifaz fue una publicación de Editorial Valenciana, que se inició en 1944 y en poco tiempo se convirtió en el más famoso de los héroes creados en España. En los años 50 llegaría a alcanzar tiradas de más de 200.000 ejemplares. Sólo fue superado en popularidad y en ventas por El Capitán Trueno. Se editaba, en un inicio, en cuadernillos con formato apaisado y en blanco y negro. Gago asumió en solitario la realización gráfica de la serie hasta el número 420. También fueron suyos los guiones, ayudado por su hermano y su cuñado. El dibujante Matías Alonso, se encargaría de los dibujos hasta el número 500. En el número siguiente Gago volvió a ocuparse del dibujo, y así siguió hasta la finalización de la serie, en 1966. El último cuadernillo fue el número 668.
Hubo una reedición en color (1972 - 1978). En formato vertical. Una nota de la editorial en el primer número decía que los dibujos fueron respetados íntegramente. Pero lo cierto fue que esta reedición estaba censurada. Según sus censores por la violencia de las imágenes, modificándolas buena parte de ellas, así como sus textos, incluso a veces, suprimiendo viñetas.
Se volvieron a editar nuevas aventuras con el título Las Nuevas Aventuras del Guerrero del Antifaz (1978 - 1980): Debido al éxito de la reedición en color, Gago lo retoma e inicia en 1978 la publicación de las Nuevas Aventuras del Guerrero del Antifaz, también en formato vertical y en color. La publicación de esta nueva obra queda interrumpida en diciembre de 1980, al fallecer su creador, Manuel Gago.
La serie original conocería, aún, otras dos reediciones: en 1981 y en 1984.
El argumento: La acción ocurre en España al final de la Reconquista, con los Reyes Católicos, a finales del siglo XV. La condesa de Roca, embarazada de dos meses, es raptada en una incursión del reyezuelo musulmán Alí Kan, quien la convierte en su mujer. Al nacer el hijo de la condesa, su raptor cree ser el padre, y el futuro Guerrero del Antifaz es educado como su hijo y heredero, significándose por su ferocidad en los combates contra los cristianos. Cuando tiene veinte años, su madre le revela la verdad, a consecuencia de lo cual es asesinada por el reyezuelo. Intentando vengar a su madre, el protagonista hiere a Alí Kan, pero se ve obligado a huir dejándole con vida. La culpa y el remordimiento, del falso hijo de Alí Kan le hace disfrazar con un antifaz para ocultar su identidad y decide dedicar su vida a combatir a sus antiguos correligionarios. A partir de ahí peripecias y aventuras: en España, en los dominios de Alí Kan y en los reyezuelos ficticios, Harum y Motamid; luego en Túnez, Argelia, Turquía e Italia, y otros lugares. Varias mujeres (Zoraida, Aixa, la Mujer Pirata) se sienten irresistiblemente atraídas por el Guerrero, pero él permanece fiel a su amada Ana María, hija del conde de Torres, con la que por fin contrae matrimonio en el número 362 de la serie. Más tarde tendrán un hijo, el pequeño Adolfito. La reanudación de las aventuras del Guerrero en 1978, introduce una trama aún más truculenta que la de su origen: su esposa Ana María queda embarazada de un impostor con la apariencia física y la indumentaria del Guerrero. Este hijo no querido provoca tensiones con la Iglesia, personificada en un esperpéntico monje, pero Ana María termina sufriendo un aborto espontáneo. El argumento adquiere un sesgo orientalista con la aparición de samuráis y de la joven china Li Chin, coprotagonista con el Guerrero de la única escena de cama -o casi- en la historia de la serie, a despecho de la por entonces remota Ana María.
Señores la función está servida. Deu nidó.