diumenge, 3 d’octubre del 2010

Pequeña crónica de un sencillo,
y a la vez gran hombre.


El viernes pasado fui a ver “Bicicleta, Cullera, Poma”, el film de Carles Bosch sobre el diagnóstico de Alzheimer a Pascual Maragall.
Es una película de un personaje que siempre ha estado más allá de la norma y el hecho de afrontar el Alzheimer lo demuestra. Es el gran valor del film, y de su protagonista, esa sinceridad y valentía del personaje y de toda su familia en mostrar como avanza inexorable la enfermedad. Un film coherente, sincero, con un montaje progresivo que va mostrando cada etapa, valiente porque nadie sabía si podría terminarse, todo dependía del enfermo. Un film humano, entrañable, difícil, concienciador. Una muestra de buen cine documental, aparte el cariño, aprecio o manía que cada cual, pueda sentir por el personaje.
Por lo que a mí respecta siempre sentí un gran afecto y admiración por este hombre, hasta el punto de colaborar con “Ciutadans pel cambi” para apoyar su candidatura. Hoy, a pesar de que siempre estuve seguro de él, la visión del film me ha demostrado que efectivamente valía la pena. Es un hombre cercano, ya es un personaje irrepetible, sobre todo en la política. He sentido momentos de fuerte emoción viéndolo en pantalla.
Rafael.

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