LA CONVERSACIÓN
—El
otro día estuve leyendo un texto de esos que cuelgan en las redes,sobre un
individuo que se quejaba de su cuerpo.
—Que
majadería.
—Eso
mismo pensé yo. Pero había en él, un instante en que piensa en vengarse de tanta queja y lo amenaza con dejarlo
tirado en el salón de su casa, rompiendo
la estética de una alfombra persa.
—Muy
literario. Debía ser un asiduo lector de novela negra.
—O
de cine, pensé yo. Cine negro por supuesto.
—Quizá,
es posible también.
—El
caso es que se me quedó la frase grabada en mi mente. Me pareció muy gráfica.
—¿Y…?
—Pues
eso, empecé a darle vueltas al asunto, imaginé el cadáver sobre el oriental
estampado, geométrico, arabesco, de tonos rojizos. Me gustó la idea.
—¿No
pensará utilizarla?
Así
hablaban los dos parroquianos, en la barra de un bar, cuando se les acercaron
unos policías y dirigiéndose al primero le dijeron:
—¡Acompáñenos!
Y se
lo llevaron. Extrañado el otro hombre, preguntó al camarero por qué se lo
llevaban.
—Dicen
que al parecer, han encontrado a su cuñado muerto, sobre la alfombra del salón
de su casa.
FIN DEL CUENTO Y GRACIAS POR VUESTRA COLABORACIÓN.
Ara, si. Aquest és en Rafael irònic que a mi m'agrada.
ResponEliminaMolt bo el conte negrepsicoanalític.
ResponEliminaJa en pots començar un altre!
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