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LA CENSURA FRANQUISTA EN LOS COMICS

(último capitulo)

Y para terminar con la enumeración de despropósitos de la censura, que nunca debió existir, decir que quién conserve aquellas colecciones que compramos de niños podemos entretenernos en la actualidad, comparándolas con las ediciones completas y recuperadas de los auténticos originales a los que ahora se dedican a editar Planeta DeAgostini, Panini, Norma y otras. Al que le interese el tema encontrará un buen surtido en la sección de comics de FNAC o en las tiendas especializadas Norma Comics, Universal, Antifaz, Gigamesh, etc. (Y no cobro comisión por esta publicidad).

“El Impacto de la Censura Española en el Mundo del Comic” fue el título de la exposición celebrada en el 26º SALÓN INTERNACIONAL DEL CÓMIC DE BARCELONA 2008

La exposición “Viñetas censuradas” arrancaba con un espectacular episodio de censura a comienzos del siglo XX, durante el reinado de Alfonso XIII, quien decidió suspender el semanario satírico y catalanista “Cu-cut” y retirar sus ejemplares de los quioscos. Era una exposición que, con carteles originales y otras reproducciones, hacía un repaso de lo que fue la censura desde Alfonso XIII hasta la democracia. “Encontramos cosas curiosas, en las que demuestran que en la II República se censuraba tanto o más que durante la dictadura de Primo de Rivera”, señaló Vicent Sanchís, coleccionista de cómics y comisario de la exposición.

La dictadura de Primo de Rivera atacó a la revista “La Esquella de la Torratxa”, pero el cómic “Flash Gordon” fue también mutilado durante la época de la II República. Las diferencias entre las páginas originales que fueron censuradas podían verse detalladamente en la exhibición.

Pero los efectos más devastadores de la censura, tal como se demostraba, se hicieron sentir durante el franquismo, con una represión ascendente, y se nos ofrecía una panorámica de las distintas etapas de prohibición que hubo durante la dictadura.

Se podían seguir las etapas delimitadas del franquismo en los tebeos y publicaciones de la época que coincidían con los cambios de criterios políticos y el peso de la religión.

1968, fue el año del gran cambio para la historieta en nuestro país.

En los años sesenta la censura estatal se impone de forma específica para los tebeos y las empresas editoriales, legislando mediante órdenes ministeriales.

La censura estatal de la historieta Hay que tener en cuenta que siempre, antes de Franco y con Franco, había existido censura: la censura estatal de la prensa en general, más la censura de la Iglesia, más la censura de los educadores, más la censura de distintos grupos de presión y especialmente la censura editorial, que siempre es la peor de todas.

Este intervencionismo estatal específico sobre la historieta se deberá en última instancia tanto a la moral y a la ideología como, quizá por igual, a los intereses comerciales de las grandes editoriales españolas de tebeos. Las historietas para adultos: En el tira y afloja diario entre las instituciones estatales y las empresas editoriales, éstas argumentan (¡por fin!) que no todos sus lectores son niños. Por primera vez en más de cincuenta años la sociedad española y sus instituciones españolas aceptan que puede haber y hay historietas para menores y para adultos, que la historieta no es forzosamente parte del gueto de la infancia. En los setenta, los cinco años que transcurren hasta la muerte del general Franco nos muestran el desplome a cámara lenta de la España tradicional y negra que aquél levantó sobre los muertos y las ruinas de la República.

Rafael Rodríguez-Bella