PARSIFAL

Parece que ha habido telepatía entre Mª Teresa y yo. Estaba preparando dos textos para nuestro blog. El primero era sobre los Estudios Cinematográficos Orphea, ya veréis el por qué y el segundo, a resultas del primero era sobre el film “Parsifal”. Bueno pues para contestar su petición paso primero el de “Parsifal”.

En 1951, Daniel Mangrané, un gran melómano wagneriano, realizó uno de los más insólitos films rodados en aquella época “Parsifal”, superproducción podría decirse, rodada en los Estudios Orphea de Barcelona, con escenarios en la Fuxarda de Montjuïch y la montaña de Montserrat, con un exacerbado romanticismo que debió hacer las delicias del público gay del momento. Fue interpretada por Ludmila Tcherina, (prometo hablar de ella en otra ocasión), Gustavo Rojo, Félix de Pomés, Ángel Jordán y Carmen de Lirio, entre otros. El guión es de Carlos Serrano de Osma, El argumento (inspirado libremente en antiguos poemas y leyendas del Santo Grial y en la ópera de Richard Wagner) es de Daniel Mangrané, la fotografía es de Cecilio Paniagua, la música de R. Wagner, adaptación y dirección musical de Lamote de Griñón, con la Orquesta Sinfónica del Teatro del Liceo, Orquesta Profesional de Cámara y Agrupación de Cámaras de Barcelona, Coros de la Capilla Polifónica del F.A.D. dirigidos por Enrique Ribó.

Se estrenó en el cine Fémina de Barcelona el 29 de enero de 1952, distribuida por Selecciones Huget, S.A./Selecciones Capitolio. Fue el film más caro del cine español de aquella época. Como se ha visto, Mangrané se supo rodear de un equipo técnico y artístico de primera. “Parsifal” fue un intento de aproximar las leyendas del Santo Grial, con imágenes modernas. El film empieza y acaba con la Tercera Guerra Mundial. Dos soldados perdidos, entran en las ruinas de un monasterio y allí encuentran un libro que explica la historia de Parsifal. En un único flash back entramos en la invasión de los bárbaros en España. Roderico es asesinado por Klingsor. Su mujer puede huir y da a luz a un bebé en las montañas. La madre morirá y el niño queda huérfano a los cuatro años, siendo cuidado por los lobos. Ese niño será Parsifal. Un héroe que nace puro que deberá vengar la muerte de su padre, librar batallas y encontrar el Santo Grial en la montaña de Montserrat. Al final de la película, momento que se intensifica el halo cristiano que recorre todo el film, aparece como una especie de Jesús.

Tal como algunos historiadores cinematográficos han apuntado, “Parsifal” es una mixtura entre el cine de cartón piedra de Cecil B. de Mille con el aliento épico de “Las Cruzadas” y el Fritz Lang de “Los Nivelungos”, así como a los films de alta montaña de Leni Riefenstahl. Incluso se ha dicho de “Parsifal” que algunas de la tomas de rostros o siluetas, remiten al “Ivan el terrible” de Eisenstein, yo no diría tanto, pero sí diré que resultó un film muy impactante en su momento y difícil de olvidar. Tiene algunos momentos casi vanguardistas, como es el caso de la secuencia del Jardín de los Pecados Capitales, donde aparece la tentadora Carmen de Lirio.

“Parsifal” no tenía nada que ver con el cine de estampita que se proyectaba en los cines de aquella época.