diumenge, 10 de gener del 2010

Empezando que es gerundio.

Ya estamos dentro del 2010. Quieras que no, nos han metido en él. Y no va a ser posible dar marcha atrás. Así que hay que apechugar con cuanto se nos venga encima. Hace unos días escribía: No sé qué será.
“No es una película. No es una novela o un cuento. No es nada por ahora. No es una historia, aún. No sé que llegará a ser, ni si será. De momento, tan sólo es una hoja en blanco, que se ofrece virgen a mi pluma y a mi deseo, esperando que llegue a ser algo. ¿Un cambio en la literatura? ¿Algún argumento que en el pasado se me ocurrió y que no llegué a hacerlo realidad? ¿Será esa historia que se quedó dentro, en ese limbo al que yo llamo imaginación? Donde bullen cien mil ideas entremezcladas, todas a la vez, luchando por intentar salir, y que están, al menos eso parece, más o menos claras. Ahí en ese terreno es donde ahora estoy. Donde acostumbro a estar siempre, más veces que en una historia clara y definida. Ese es un lugar que al principio me inquietaba. Y me hacía sentir incómodo. Hoy es al revés. Ese lugar es el que siento como el más atractivo. Porque está lleno de creatividad. Allí es donde bullen las ideas. Aunque tiene un problema, y es: ¿Qué historia elegir? ¿Qué sendero emprender? y que me lleve hasta el final, sin que me abandone a mitad del camino, y no sepa que más contar. Esa es la angustia del que decide escribir. No saber como va a terminar esa aventura. Claro que si llegase a saberse ya no sería aventura, ni sería atractivo escribir”.
Como puede verse empiezo bien el año. Y cada año igual. Todo son preguntas. Todo son dudas. Y por lo que llevo comprobado, cada año, las condiciones a las que nos vemos sometidos son peores. 2010 (nos están vendiendo la idea desde ya hace algún tiempo, antes de que el año naciese), va a ser el año de la tecnología. Y va a incidir en los dos lugares que hasta hoy eran los paraísos de la creatividad, la sensibilidad y el intelecto. A saber: el cine y la literatura. El primero se verá invadido por las 3D y el segundo por los e-books. Y la tv ya ha quedado, a estas alturas, postergada por Internet. El panorama pues no es halagador. La civilización avanza tecnológicamente, eso es cierto. ¿Pero de qué nos sirve tanta tecnología si se está demostrando que en lo principal, las relaciones humanas, aún estamos en la Edad Media? Se está reproduciendo en pleno s XXI la guerra de religiones. Y con ellas el intento de que el pensamiento humano no avance. De ello se encargan los mandatarios que lo han infantilizado todo. Y para que nadie proteste se han sacado de la manga el terrorismo, para tenernos acobardados. O lo que es lo mismo, nos meten en el salón de casa: a Belén Esteban, Ana Rosa Quintana, Sánchez Dragó, Harry Potter, Dolores Cospedal y sus compañeros, puedo seguir ad infinitum. Y mientras tanto Enrique Vila-Matas resta en silencio (¿acaso lo tienen secuestrado para evitar que edite en papel, mientras lo están torturando hasta que firme un contrato para sus próximos libros en digital?) Quisiera desde aquí proponer que activásemos el “detector de mierda” que según Heminway, constituye una de las herramientas esenciales del buen escritor, y yo añadiría también: del buen lector y espectador, tanto de libros, de cine y teatro, como de televisión y de la vida en general. Debemos parapetarnos y defendernos ante ese 2010 que hemos empezado, que no sea que nos destrocen todo lo que de bueno hemos alcanzado hasta hoy.


Rafael Rodríguez-Bella Barcelona, 10 de enero 2010

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