POLLOCK
“Una
cartelera a la baja”
Ayer miércoles 21 de junio, apareció en La Vanguardia, en
la sección Opinión, una editorial que llevaba por título “Una cartelera a la
baja”. Dicho artículo, comparaba lo que se ofrecía al visitante, en los museos
y en sus exposiciones temporales en Madrid y en Barcelona. Obviamente, si se
sigue el tema sabremos que nuestra ciudad sale perdiendo. Como ejemplo, ponía
la oferta estival de este año: En el Museo del Prado, acaba de estrenarse la
muestra “El Greco y la pintura moderna”, en la que se compara al excelso pintor
con la de los grandes maestros como Manet, Modigliani, Beckman, Pollock o
Picasso. En el Museo Thyssen “Mitos del Pop” y también esta semana, el Reina
Sofía inauguraba una muestra dedicada a uno de los grandes artistas europeos de
esta corriente, el inglés Richard Hamilton.
Las tres propuestas tienen suficiente gancho, según
el articulista, y a fe que lo tienen, como para atraer gran número de
visitantes tanto locales como foráneos. Pero, ¿y Barcelona? La editorial
empezaba enumerando el Museo Picasso que suele ser el más visitado de la
ciudad, y decía: pues pasará el verano exhibiendo una pequeña colección de
paisajes firmados por el pintor malagueño en su juventud barcelonesa,
provenientes de su fondo.
A causa de la crisis, añado yo, está siendo la
tónica de este museo, de presentar exposiciones de pequeño formato. Picasso
siempre es interesante de revisitar, yo lo hago, pero la falta de recursos les
hace hacer equilibrios y se resienten sus muestras. Una de sus últimas, fue la
de autorretratos del pintor, que resultó de vergüenza ajena.
Pero sigamos con la editorial de La Vanguardia: en
la Fundación Miró, una retrospectiva de Roni Horn. El Mnac exhibe una de Josep
Tapiró y una selección de obras de su colección. Todo muy flojo. CaixaForum
expone a Sorolla y el CCCB está con temas de dibujos animados. (El caso del
CCCB es aparte, parece haberse diluido después de la destitución de Josep
Ramoneda).
Todo tiene su interés, que duda cabe, explica la
editorial del rotativo, pero en su conjunto no se pueden comparar con las de
Madrid. Y no se duda del esfuerzo de los directores de las entidades
barcelonesas, pero es evidente que no están a la altura de una ciudad como
debería ser la nuestra y lo denuncian con toda claridad. Y yo añadiría que en
este terreno, siempre ha pecado, no dudo en repetirlo, de provinciana.
Una ciudad es grande, no por sus dimensiones
cuantitativas sino cualitativas. Quiero pues aprovechar esta editorial para
aclarar que eso viene ocurriendo desde hace años. Es un tema al que me he
referido muchas veces en conversaciones con mis amigos. Barcelona no tiene peso
cultural, en lo referente a exposiciones temporales y colecciones museísticas.
Una buena muestra de ello es el Macba.
Mi amigo F., siempre dice que todo empezó el día en que Jordi Pujol se
negó acoger la exhibición de una retrospectiva de Andy Warhol. Sea como fuere,
grandes exposiciones sobre el arte internacional, con mayúsculas, no aterrizan
por estos lares y si lo llegasen a hacer, no estarían completas tal y como se
exhiben en París o Londres, como ha llegado a suceder en otras ocasiones, con
la excusa del alto coste de los seguros. Así que hay que armarse de paciencia o
aprovechar las vacaciones para ir, si el bolsillo te lo permite, a gran ciudad
para ver aquello que en Barcelona no se puede ni se podrá ver.
Rafael Rodríguez-Bella 26 junio
2014
Tens rao, per això els viatges al Madrid museístic cada vegada són més frequents entre els catalans.
ResponEliminaEfectivament, tens tota la raó. Amb dir que ni tan sols sento mono de baixar a B per veure exposicions! En quant pugui i tingui relleu de nens penso anar-me'n a Madrid a veure si omplo l'esperit.
ResponElimina