Seguir tu
propio camino
Llega un momento, en el cual uno se plantea que debe
vivir su propia vida y que ha llegado la hora de formar su propio hogar. Ha
llegado la mayoría de edad, la madurez. Los padres inteligentes, entienden que
es ley de vida y no se oponen a que su hijo marche y abandone el hogar que
hasta ese momento ha convivido (no entro si bien o mal). La decisión se hace de
mutuo acuerdo, sin malos gestos, sin rencor alguno, amigablemente. Así es como
sucede entre gente civilizada e inteligente. Y eso, que es tan sencillo y que
ocurre cada día, debería ser ejemplo, para los políticos de más abajo del río
Ebro.
Incluso cuando el hogar fue impuesto.
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