divendres, 7 de gener del 2011


TODO ES POSIBLE EN PARÍS

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¿Escritor o escribidor?


Escribía para transformarse. Necesitaba el desdoblamiento. Solo así sentía la verdadera felicidad. Solo así se sentía más él. De lo contrario se perdía en un limbo interminable.
Un día marchó a París. Esperaba encontrar allí, su otro yo, el que siempre andaba buscando. Y para estar seguro de lo que quería, fue a visitar a un viejo conocido: Moebius. Para él, era la versión Vila-Matas, pero hecho dibujo. Se planteó los dos ejemplos: ¿Ilustración o Literatura? Era algo así como decirse, y empezó a recitar en voz alta: ¿Proust o Magritte? ¿Rodin o Renoir? ¿Marienbad o Resnais? ¿Jules o Jim? ¿Jeckyll o Hyde? ¿Man Ray o Aragón? Y su mente estuvo a punto de estallar.
¿Pasión o Razón? Y entró en conflicto consigo mismo. ¿Café de Flore o Les Deux Magots? ¿Pesimismo o Romanticismo?
Y cuando regresó seguía sin dejar de preguntarse si ¿Transformación o Transmutación? Y optó por empezar firmando como “el escribidor” en vez de poner su propio nombre. Todo era empezar.

2 comentaris:

  1. La felicidad del cerdo o la angústia del filósofo. Ja se sap: surrealisme pur.

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  2. Senyor escribidor,un cop començat caldrà veure que en surt, si tranformació o trasmutació, la tendència és el menys, l'important és estar en camí sempre, camí de paper i ploma.

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