XI
El tren y
las artes
El tren siempre ha estado
vinculado a las artes.
A impresionistas como
Claude Monet, le debemos que inmortalizase “La estación de Saint-Lazare” en
1877, como también lo hizo Edouard Manet en su lienzo “En la estación” o
Cezane.
Es evidente que todos ellos
sintieron una fuerte hipnosis por esas potentes locomotoras despidiendo vapor,
vehículo emblemático de la nueva era de la sociedad industrial. También Dario
de Regoños, estuvo interesado por el humo y el movimiento de los barcos y los
trenes propios de la vida moderna, como se comentaba en la exposición sobre el
pintor, en la retrospectiva producida por el Museo de Bellas Artes de Bilbao y
que queda patente en sus cuadros “El puente del Arenal” y “Viernes Santo” de
1910.
La “belleza de la
velocidad” resultaba definida en el texto del Primer Manifiesto Futurista de
1909: “Las locomotoras de amplio petral que piafan por railes cual enormes
caballos de acero embriagados por largos tubos”.
“Tren de la Cruz Roja
atravesando un pueblo” (1915) de Dino Severini. Figuración geométrica, color
intenso y formas circulares para el humo del tren.
“Dinamismo de un tren”
(1914) de Luigi Russolo. La descomposición del espacio y del tren, todo y
aparecer bien definido.
“Caballo de acero” (Iron
Horse) sería el título que le pondría John Ford a uno de sus films. El cine
precisamente, nació con el signo del tren, como bien dejaron registrado los
hermanos Lumiere en 1895 en la primera película de la Historia del Cine: “L’arrivee
d’un train” rodada en la estación de La Ciotat, en Lyon.
Los hermanos Louis y
Auguste Lumiere acababan de abrir la caja de Pandora con su invento. Y a ese
tren se subieron Alfred Hitchcock, John Ford, Fritz Lang, los hermanos Max,
Cecil B De Mille, Walt Disney, René Clement, Abel Gance, Jean Renor y
muchísimos más.
sERIA TAMBÉ UNA BONA SÈRIE PER PUBLICAR
ResponEliminaDoncs vinga animat!!
ResponElimina