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dimecres, 28 de març del 2012

cine y ópera


Tras cinco días de estancia en la "capital del reino" para disfrutar del musical "Follies" de Stefen Sondheim y visitar todas las exposiciones habidas y por haber, vuelvo con mis óperas, o lo que queda de ellas, pues estamos ya al final prácticamente.

XII

Tosca

Y llegamos a la joya de la corona “Tosca”, producción de Cinecitta del año 1956, rodada en Cinemascope y Eastmancolor por el especialista Carmine Gallone. En Barcelona se estrenó el 5 de marzo de 1957 en el cine Alexandra, con el patrocinio del “Instituto Italiano de Cultura”. Solo se proyectaría 5 días debido a que era la única copia que existía, por lo que tuve que correr a verla, no fuese caso que se me escapase. Pude repetirla dos veces. Para esta película Gallone contó con la presencia y la voz de Franco Corelli, en el papel de Mario Caravadossi, el pintor que está finalizando una pintura de María Magdalena en una iglesia, tomando como modelo a la temperamental cantante Floria Tosca, de la cual está apasionadamente enamorado. Floria Tosca está interpretada por France Duval, a quien presta su voz María Caniglia. Antonio Sachetti interpreta a Cesare Angelotti un preso que se ha fugado de la cárcel y que se refugia en la sacristía de la iglesia donde está trabajando Caravadossi. Pero los hombres de Scarpia andan tras él y sospechan que el pintor lo esconde. El barón y jefe de policía Scarpia, papel que interpreta Afro Poli, con la voz de Gian Giacomo Guelfi, desea a Tosca y aprovechará la escusa de la huida del prisionero para detener a Caravadossi y así acercarse a la amante del pintor. El sacristán Interpretado por Vito de Taranto, cantando él mismo, convergerá en esa historia de amores y pasiones. Tosca suplicará a Scarpia que deje libre a Mario, que nada tiene que ver con el prisionero fugado, mientras se oyen los gritos de Caravadossi que está siendo torturado para que confiese. Scarpia urde una estratagema para obtener los favores de Tosca y la cita a una cena íntima en su palacio, si lo hace, le dice, dejará libre a Caravadossi. Ella finalmente accede y exige garantías. Scarpia llamará al capitán de la guardia y delante de ella le explica como han de actuar: simularán el fusilamiento del pintor y una vez retirado el pelotón ella podrá reunirse con su amado. Pero un gesto indicará al capitán que nada de eso es cierto y la ejecución se llevará realmente a cabo. Tosca por su lado decide actuar por su cuenta, y cuando están solos Scarpia y ella, y éste requiere sus favores, es el momento que aprovecha Tosca, para clavarle el cuchillo que ha cogido de la mesa donde iban a cenar. Escarpia muere, ella corre en pos de su amado creyendo en el simulacro. Pero se desespera al ver que está muerto. Al fondo se oyen los gritos de la guardia que han descubierto a Scarpia muerto y se dirigen a buscarla a ella. Tosca enloquecida, se tira de lo alto de la muralla del Castillo de Sant’Angelo de Roma. Este magnífico drama situado en los alrededores de 1800 es una de las más bellas óperas jamás escritas, debida a la pluma de Giacomo Puccini, sobre el libreto de G. Giacosa y L. Illaca, sobre el drama escrito por V. Sardou. Con la Orquesta del Teatro de la Ópera de Roma, dirigida por el maestro Oliviero de Fabritiis y la supervisión musical de Renzo Rosellini. La realización fue primorosamente cuidada, utilizando los estudios de Cinecitta y los lugares donde transcurre la historia: Iglesia de Santa Andrea della Valle, Palacio Farnese y Castillo de Sant’Angelo. “Tosca” resultó la mejor realización hecha por Gallone, el más prolífico director de la cinematografía italiana. Con una espléndida utilización del formato Cinemascope.

New York la estrenaba un año después que Barcelona, en el Normande Theatre, en 1958, para conmemorar el centenario del nacimiento de Puccini.

Termino aquí, con este comentario de “Tosca”, la reseña de los films estrenados dentro de la década de los 50, producciones italianas en su inmensa mayoría, en algunos casos coproducidas con Francia, a excepción de “El hechizo de Melba” que fue una producción británica. Esa fue, en aquellos años, mi formación operística, completamente autodidáctica que me sirvió de mucho. Una época difícil de olvidar.

Rafael Rodríguez-Bella


dilluns, 19 de març del 2012

cine y ópera


VI

Puccini

Esta fue otra producción italiana de la Rizzoli Film, rodada en Technicolor en 1953, y vista en nuestro país durante el transcurso del año 1955, presentada por Cifesa Films, (“la antorcha de los éxitos”). Fue dirigida por un especialista en obras cinematográficas dedicadas al Bel Canto: Carmine Gallone. Con la dirección escénica y fotográfica de Claude Renoir. El papel del compositor Giacomo Puccini, fue interpretado por Gabriele Ferzetti que representaba su historia biográfica de los primeros días de estudiante hasta la cumbre del éxito. Las tres mujeres que cambiaron su vida, una cantante sexy y hermosa (Nadia Gray), una chica de pueblo (Mata Toren) y una criada que se suicida por él, la cual desconozco el nombre de la actriz que la interpretó. Con este film pudimos disfrutar de excelentes fragmentos de Manon, La Boheme, Madama Batterfly y Turandot, entre otros y escuchar la siempre magnífica voz de Beniamino Gigli (el que fue discípulo de Luisa Pierrick en el conservatorio del Liceu de Barcelona). Y al que, su indisimulada adhesión al régimen fascista, le proporcionó muchos problemas en los 40’s., hasta el punto de tener que apartarse durante algún tiempo, hasta que se calmaran los ánimos. Después volvió a su público de siempre, con gran éxito. Hablar de Gigli, es también recordar nombres como Miguel Fleta, Tito Schipa, Carlo Bergonzi, todos pasaron por nuestro Liceu.

CONTINUARÁ…