Fue una tertulia, pero no la tuvo conmigo.
9. Fue en La Fuster.
Recordé que Enrique Vila-Matas había ido a Lyon a dar una conferencia. Aunque no estaba muy seguro de ello, porque si no me falla la memoria, creo que nunca la llegó a dar. Nunca se sabe muy bien si llega a dar sus conferencias y si realmente va dónde dice. Pero parecía que sí, que esta vez sí se había presentado. Se le vio subir al estrado, acompañado de una mujer dispuesta, se diría, a entrevistarlo. Si no era él, por lo menos era muy parecido. Su mismo aspecto, su caminar, y su escaso cabello. Sí, es él me dije, aunque me hubiese facilitado más reconocerlo si hubiese llevado su abrigo oscuro, de mangas raglán, pero estábamos en septiembre. De toda manera me dispuse a escucharlo. Y nada más comenzar fui tranquilizándome al oír como explicaba que, fue a Lyon, donde había sido invitado a dar una conferencia, pero que no se presentó nadie en la estación a recibirlo. Que se quedó en el hotel esperando a que lo llamasen o se presentarse alguien de la organización para darle la bienvenida. Pero no fue así, no se presentó nadie. Y él regresó a Barcelona. Sí, era él. Con sus explicaciones me convenció. Porque esta misma historia la había leído en su último libro “Perder teorías”. Pero durante algún tiempo aún estuve dudando, porque ¿y si fuese alguien parecido a Vila-Matas, que habiéndose aprendido aquel libro, se estuviese haciendo pasar por él? Conociendo como conocemos su irresistible afán por desaparecer, siempre nos asaltan las dudas de si nos hallamos en presencia del escritor o si es alguien que lo suplanta. Si esto hubiese sido así, esta vez dio perfectamente el pego, debo reconocerlo, por eso decidí permanecer allí sentado, escuchando y diciéndome que sí, que esta vez iba en serio. Mi decisión, debo reconocerlo, me dejó satisfecho. Fue una charla muy amena y provechosa. De manera que convencido como estaba, decidí ir a saludarlo. Pero había desaparecido y nadie supo decirme a dónde había ido.
Rafael. Septiembre 2010
9. Fue en La Fuster.
Recordé que Enrique Vila-Matas había ido a Lyon a dar una conferencia. Aunque no estaba muy seguro de ello, porque si no me falla la memoria, creo que nunca la llegó a dar. Nunca se sabe muy bien si llega a dar sus conferencias y si realmente va dónde dice. Pero parecía que sí, que esta vez sí se había presentado. Se le vio subir al estrado, acompañado de una mujer dispuesta, se diría, a entrevistarlo. Si no era él, por lo menos era muy parecido. Su mismo aspecto, su caminar, y su escaso cabello. Sí, es él me dije, aunque me hubiese facilitado más reconocerlo si hubiese llevado su abrigo oscuro, de mangas raglán, pero estábamos en septiembre. De toda manera me dispuse a escucharlo. Y nada más comenzar fui tranquilizándome al oír como explicaba que, fue a Lyon, donde había sido invitado a dar una conferencia, pero que no se presentó nadie en la estación a recibirlo. Que se quedó en el hotel esperando a que lo llamasen o se presentarse alguien de la organización para darle la bienvenida. Pero no fue así, no se presentó nadie. Y él regresó a Barcelona. Sí, era él. Con sus explicaciones me convenció. Porque esta misma historia la había leído en su último libro “Perder teorías”. Pero durante algún tiempo aún estuve dudando, porque ¿y si fuese alguien parecido a Vila-Matas, que habiéndose aprendido aquel libro, se estuviese haciendo pasar por él? Conociendo como conocemos su irresistible afán por desaparecer, siempre nos asaltan las dudas de si nos hallamos en presencia del escritor o si es alguien que lo suplanta. Si esto hubiese sido así, esta vez dio perfectamente el pego, debo reconocerlo, por eso decidí permanecer allí sentado, escuchando y diciéndome que sí, que esta vez iba en serio. Mi decisión, debo reconocerlo, me dejó satisfecho. Fue una charla muy amena y provechosa. De manera que convencido como estaba, decidí ir a saludarlo. Pero había desaparecido y nadie supo decirme a dónde había ido.
Rafael. Septiembre 2010
estoy aquí, no me fui
ResponEliminaMenys mal que em confirmes que Vila-Matas va anar a Lyon a donar una conferència. La Mª Dolors m'ha deixat "Dublinesca" i comença tal com dius, hi va anar...Per cert que vaig iniciar la lectura al pati del Museu Marès, un lloc privilegiat de pau. M'agrada anar-hi i pendre un cafè al seu quiosc
ResponEliminaCom pots tenir tanta imaginació i explicar aquestes coses? Jo sí que vaig anar a escoltar al Vila Matas a la Fuster i el que no hi eres ets tú. A més a més no ens haviem despedit el dia anterior perquè us en anàveu a Lió? Al final pararem tots bojos i sense saber si res és veritat o és mentida ni si val la pena saber-ho.
ResponEliminaHe trobat una poesia que un tal Carlos va escriure al cinema Roxi. És al de Chile però val.
ResponEliminaMi mano tiritona de miedo
en el baño con spray escribió ¡Abajo la Dictadura!
Oscuridad en la sala
un beso y el manoseo susurrante
escondió mi temor
Camine cuadras
peregrinar clandestino
de panfletos
llamando a protesta
cayeron uno a uno en la larga fila de mi convocante
grito doliente
Y fui a todos los cementerios
escuche despedidas
consignas
claveles rojos
miré, me miraron, sonreímos, un beso, aquí estamos
nos alejamos sin decir nada más
y así de protesta en funeral
de calle a la cárcel
mojados
apaleados
arrastrados por el suelo
saliendo del cine