dijous, 1 de desembre del 2011

Sigo con mis visiones:

visiones

Qué demonios estaba haciendo allí, solo. Habían marchado todos. La clase estaba vacía. Escrito en la pizarra quedó la frase de redacción, cuyo tema debía versar sobre: “La soledad no es buena compañera”.

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Qué demonios estaba haciendo allí, solo dentro de una caja de pino. ¿Qué broma era aquella? ¿Quién lo metió allí dentro? Desesperado gritó que lo sacasen. ¡El aire es irrespirable!, dijo. Obtuvo únicamente silencio por respuesta. Intentó levantar la tapa. Fue inútil. Sus manos eran todas ellas de hueso y al apretar la madrea se le partían. ¡No es posible!, gritó.

Ante sus ojos aparecieron un grupo no muy numeroso de chicos y chicas.

Bien, muchachos, hoy toca estudiar los huesos del cuerpo humano, dijo un hombre vestido con una bata blanca. Empezaremos por el cráneo. Entonces sintió que lo levantaban unas manos, cogiéndolo por las sienes.

¡Que absurdo, se dijo, y tachó todo lo escrito hasta ahí!

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Qué demonios estaba haciendo allí, solo, en mitad de la noche. Y era la enésima vez. De pronto se encontraba en el sofá, desvelado, imaginando historias a cuál más extraña e inverosímil. El lecho vacío. La noche desangelada. Y una triste sensación de soledad, la misma de siempre.

En realidad ya solo le interesaba saber hasta cuándo seguiría sucediéndole esto.

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Qué demonios estaba haciendo allí, solo, aquella noche y todas las noches, ¿de verdad quieres saberlo? Escribir, eso estaba haciendo. Pensarás que me he vuelto loco. Quizá.


Rafael

2 comentaris:

  1. Estic bavejant de gust. Espero que no s'hagin acabat.

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  2. No, no solament no t'has tornat boig sinó que cada cop ets més lúcid! I nosaltres, a gaudir-ne.

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