visiones
Qué demonios estaba haciendo allí, solo, los demás hacía rato que habían marchado. Solo quedó él, frente a la tumba. Rodeado de silencio. Ahora puedo pensar, se dijo. Hasta aquel momento se había sentido aturdido, incluso agredido por tanto pésame, tantos abrazos y besuqueo. Consideró exagerado todo aquello, al fin y al cabo solo se trató de enterrar a su Fru Fru, que de acuerdo, fue un pero muy cariñoso, pero no hasta el extremo al que llegaron sus amigos.
visiones
Qué demonios estaba haciendo allí, solo, y no solo eso, solo y deprimido, además. Solo y abandonado, era así como se sentía. En medio del Pacífico. En una pequeña isla, con una escuálida playa, acantilados y media docena de palmeras. ¡Qué asco!, se dijo, y empezó a odiar todas aquellas novelas de náufragos y a Julio Verne.
visiones
Qué demonios estaba haciendo allí, solo. Esa era una pregunta estúpida. Siempre estuvo solo. Más solo que la una. ¿Entonces a qué venía esa pregunta? Si nunca supo estar acompañado. Si le molestaba la gente. Si era feliz en su soledad. ¿Acaso estaba empezando a cambiar?
visiones
Qué demonios estaba haciendo allí, solo. Recapacitando, esto estaba haciendo. Recapacitando sobre su anterior conducta. Recapacitando sobre el trato que dio a su gente. Lo desagradable que fue. Eso hacía, recapacitar. Pero no sirvió de nada. Porque decidió seguir igual: odiando. Por eso seguiría solo, cada vez más solo, con mil demonios dentro.
visiones
Qué demonios estaba haciendo allí, solo, le preguntó aquel chiquillo, ¿es qué no tienes a nadie? Se quedó mirando al pequeño y se le desprendió una lágrima, sin saber que contestar.
Estic veient visions de que encara en tinguis més. Segueix, segueix, que per tu no quedi. La imaginació realment, és per qui la treballa.
ResponEliminaMolt bó tot això de les visions. Ja saps que jo vaig veure-les tard i ara ho trobo fantàstic. Que no decaiga!
ResponElimina