Foto de les últimas tres entradas, las de la 2ª sesión
y la de la noche fueron gratuitas.
A petición de Mª Dolors
CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA
(Last Picture Show)
Estaba de camino, faltaban unos minutos para las cinco de la tarde. Eso fue ayer lunes 21 de noviembre. Tenía una cita, quería llegar puntual. No era una cita a ciegas. Para situaros mejor, os diré que no era una “Cita en París”, una “Cita de sangre”, una “Cita en el sol”, una “Cita a las once” (ya os he dicho que era a las cinco), ni menos una “Cita con el deshonor”, ni una “Cita con la muerte”, ni una “Cita con mi viejo corazón”, tampoco una “Cita en Honduras” o una “Cita en los cielos”, ni una “Cita imposible” o una “Cita trágica”, que tampoco había para tanto, como no era una “Cita en Hong Kong”, ni me hallaría con Clark Gable y Susan Hayward. Mi cita era una cita que teníamos todos los cinéfilos de la ciudad, en la Filmoteca de Catalunya, a las cinco de la tarde (esa hora me recordó el film de Juan A. Bardem “A las cinco de la tarde” con Paco Rabal y Nuria Espert), a esa hora se proyectaría, como así fue, “El último show” de Robert Altman. El primero de los tres films de este lunes de despedida del ciclo de proyecciones de la Filmoteca en la sala del cine Aquitanía, en la avenida Sarrià 33. La Filmoteca de Catalunya se traslada al Raval. El film de Altman evoca aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Nostálgico, decadente. Toda una despedida en scope y color. El segundo film, el de las 19,30 era más incisivo, en blanco y negro, y en pantalla normal. Sus protagonistas, justo en los momentos en que descubren el amor, tendrán que partir a la guerra de Corea, y asistirán a la última proyección del cine de su pueblo. Me estoy refiriendo a film “The last picture show” de Peter Bogdanovich, que muestra otra muerte anunciada. Y en aquella sesión, a los protagonistas se les proyecta “Río Rojo” de Howard Hawks. Y esta era la última proyección que nos tenía reservada el Aquitania. Nosotros también vimos por última vez la pantalla iluminada con las imágenes “Río Rojo”, con más de un “Hombre del Oeste”, como eran John Wayne y Montgomery Cliff. Pero antes de la última sesión, los asistentes pudimos pronunciar una palabras de despedida contando anécdotas, historias vinculadas a la Filmoteca, con recuerdos dedicados a Brossa, a Miquel Porter, o las que nuestra amiga Joana dedicó a Xavier Martinez. Hablaron Esteve Reambau, el actual director de la filmo, Román Gubern, Roc Villas, el anterior director, Enrique Monterde, el eterno moderador de mesas redondas, Ramón Font, el recién jubilado director de programación. Se habló en la sala. Y también en el vestíbulo, entrevistados por TV3, como fue el caso de Jaume Figueras o a mí, entre otros, para la BTV. Esta despedida inundó de fotógrafos tanto profesionales, como aficionados, todos tratando de perpetuar los últimos instantes de la sala que nos ha acompañado durante veinte años. Justo desde el 22 de noviembre de 1991 cuando se iniciaban las sesiones de la Filmoteca, en esta sala Aquitania, donde recuerdo que asistí al estreno de “La guerra de las galaxias”.
Haciendo un poco de memoria: la primera vez que asistí a la filmoteca fue a la recién instalada Filmoteca Española, fue en 1964, en las sesiones únicas del miércoles, en el cine ABC de la calle de Balmes (entonces tenías que pedir el abono en la Oficina de Información y Turismo de España, y te lo entregaban después de haber recibido el Certificado de Penales). En 1972 se pasó a una sala de la calle Mercaders, aún recuerdo una sesión intensa con tres films de Sam Peckimpah: “Mayor Dandee”, “Traedme la cabeza de Alfredo García” y “Grupo salvaje”, y para asistir tuve que mentir alegando estar enfermo y no ir al trabajo. También hubo otra sesión memorable, la primera vez que llevaba a mis hijos pequeños al cine. Fue en la sala de Mercaders para ver “Blancanieves” de Disney, todo iba como la seda hasta que mi hijo pequeño se metió debajo de la butaca, pidiendo ir a casa, horrorizado con la bruja.
De allí pasamos a la sede del cine Padró en 1979, donde se produjo el cambio a Filmoteca de Catalunya y se pasó a la sala de un colegio religioso en la Travessera de Gracia, que duró hasta el 14 de diciembre de 1991. Doce días después sería trasladada a la sala donde ayer, 21 de noviembre de 2011, hicimos la despedida: la sala del cine Aquitania (antiguo cine Infanta), para trasladarnos al Raval, que abrirá de nuevo sus puertas el 2 de diciembre con dos salas de proyección, una sala de exposiciones, biblioteca, librería y bar. ¡La Filmoteca a muerto! ¡Viva la Filmoteca!
Rafael Rodríguez Bella 22 noviembre 2011
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