dissabte, 29 de maig del 2010

PEPITO GRILLO

Efectivamente, ayer viernes, nos hicieron sentir a mi y a todos los espectadores, en Pepitos Grillos, al asistir a la representación de los alumnos del Taller 3r de Musical, del Curso de Interpretación y Escenografía de l’Institut del Teatre en la sala de su sede de la Pl. Margarida Xirgu. Fue con la obra “Spring Awakening” (A new musical) partitura de Duncan Sheik y libreto de Steven Sater, juntos por primera vez para la creación de esta pieza. Para mí este compositor era desconocido, después me enteré de que era su primer musical. En cuanto al libreto, su autor le conocí con su gran éxito teatral “Lulú”, en una representación en le Teatre Juventud de l’Hospitalet, y si no recuerdo mal después se representó en el TNC.
“Spring Awakening” (A new musical), se estrenó en un teatro del Off-Broadway ,con gran éxito (estaba programado para un mes y duró cinco y pasó a Broadway, donde consiguió de nuevo el éxito de público y crítica, ganado un Toni).
¿Por qué lo de Pepito Grillo? Los espectadores allí reunidos nos convertimos en críticos de la sociedad puritana y moralista, gracias al texto. La acción se sitúa después de la Primera Guerra Mundial. El despertar de la juventud harta de falsedades y amagos de la realidad. Si los jóvenes sirven para matar y morir en la guerra, exigen que se les diga la verdad de la vida. “El despertar de la primavera” (el título de la obra), el despertar de los sentidos en los adolescentes. Los primeros síntomas de rebeldía, el surgimiento del amor como algo que no se sabe bien de que se trata, y el sentimiento del deseo, tan fuerte como enigmático. Preguntas que están en el ánimo de los jóvenes pero que todos, padres y profesores, rehúyen contestar. Con lo cual los muchachos atraviesan esta etapa tan difícil de la vida. Una de las muchachas quedará embarazada y su madre la obligará a abortar, muriendo en la clandestina intervención, con la evidente desesperación de su compañero, cuando se entera. Otro de los muchachos no logra alcanzar el nivel de sus compañeros de clase, recibiendo contínuos castigos y terminará suicidándose. Dos de los chicos descubrirán que es algo más, el aprecio que se tienen, cayéndoles un gran peso encima, ante esa sociedad. Termina el espectáculo con dos canciones que acusan a la sociedad de falsa: la última BLA, BLA, BLA, BLA, con gestos de las manos imitando la boca que habla, esparce a sus intérpretes entre el público de forma acusativa, terminando la obra con un destello, a modo de fogonazo en el escenario con un gesto de todos hacia el público, con el puño cerrado y dos dedos levantados señal de insulto despreciativo.
Es un musical vivo dinámico con piezas alegres a pesar de su trama, que estuvo muy bien representado por los intérpretes de los 6 alumnos y las 6 alumnas de un colegio imaginario, una profesora que a la vez también era la madre de dos de los chicos y del profesor que también interpretaba el papel de dos de los padres de los chicos. Tres músicos en escena, un pianista, una violinista y un guitarrista con dos guitarras: una eléctrica y otra clásica, que iba combinando. En cuanto la escenografía era de gran nivel, muy simple pero muy efectiva. Todo era de buena factura, un Notable Alto.
También os diré que en la sala que precede al patio de butacas exponen 12 carteles de Teatro Polaco, con los autores (que también destacaron con carteles de cine, a los cuales dediqué un capítulo en mi libro del cartelismo), dignos de ser contemplados, algo que tengo que agradecer a la invitación que nos hicieron nuestros amigos Ramón Oliver y Joana Raja.
Rafael.

2 comentaris:

  1. Enhorabona pel teu comentari al Bloc. Interesant la resenya que fas i que al mateix temps comuniques ganas de veure la obra.

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  2. Tremola, Ma. Teresa, que t'ha sortit un digne competidor.
    Què interessant això que ens has explicat, Rafa.

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