LA FOTO DE LA SEMANA

Sinceramente suyo…

                Usted está leyendo y a la vez yo la leo. Decía que, “llorar no prueba nada, que llorar es cosa que le ocurre a todo el mundo por lo menos una vez en la vida”. ¿Recuerda? Lo dijo usted en “El square”.

            En ese texto andaba yo absorto, cuando he recibido su carta, sí aquella titulada “Los ojos azules pelo negro”. Jamás pensé que usted, señora, llegara a escribirme, por eso ahora, la leo una y otra vez. En ella habla “de la historia de un amor, el mayor y más terrible que la sido dado escribir”. Un amor, me decía, que “no nombran las novelas ni los que lo viven”. Se trataba de “un amor perdido”. Y acto seguido me decía: “Lea el libro”. “Léalo”. “Nosotros no tenemos nada que perder ya, ni yo de usted, ni usted de mí. Léalo todo. Lea todas las distancias que le indico, las de los pasillos escénicos que rodean la historia y la sosiegan y le liberan de ella mientras los recorre. Siga leyendo y de pronto habrá atravesado la historia misma, sus risas, su agonía, sus desiertos”.

            Y se despedía usted con un: “Sinceramente suya, Duras”.

            Y desde entonces la leo, escribirla no, no me atrevo. Si lo hiciera me despediría con mi máximo respeto: Sinceramente suyo, Rafael.