dimecres, 22 de febrer del 2012


Delacroix y Paul Auster



El sábado pasado, estuve viendo la exposición de Delacroix, exposición ciertamente interesante y con abundante material, pero se encuentran a faltar sus grandes obras que muy posiblemente no pueden salir, así como así, del Louvre. A mi, personalmente, me interesaron mucho los grabados sobre el personaje de Fausto. Son excelentes, por la perfección de sus líneas y la creación de claros y oscuros que están muy bien logrados. También me interesaron los estudios de los felinos y la forma de manchar los bocetos que son una búsqueda de la brillantez del color.

En otro orden de cosas, ayer por la tarde asistí al CCCB para ver y escuchar a Paul Auster. Susi y yo nos encontramos con Mª Dolors. Fue una casualidad, aunque previsible, dados los intereses que todos tenemos. Estaba interesado en oír lo que iba a decirnos, ya que estoy a mitad de la lectura de su último libro “Diario de invierno”. Vino a decir lo que tantos otros escritores dicen sobre el hábito de la escritura, quizá lo dijo algo cansado o quizá fue la imagen que quiso dar, acorde con lo que cuenta en su libro.

No obstante, resumiendo, tanto Delacroix como Paul Auster me dejaron la sensación de que ofrecían poco. Esperaba más, ciertamente. Es un estado de ánimo que viene repitiéndose últimamente, con las muestras pequeñas e insuficientes que se vienen dando en nuestra ciudad (esto no es París, Londres o Madrid, por desgracia), aunque hay una excepción: la exhibición de la Fundación Joan Miró, que viene de la Tate Modern de Londres (aunque con algún cuadro de menos) y que partirá el mes próximo a Washinton y que nadie debería perderse.

Saludos Rafel.

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