Incendio de los Estudios Orphea

Fotografía del Palacio de la Química de la Exposición de 1929, sede de los Estudios Orphea y vista aérea donde se ve el palacio tras el Pueblo Español.

LOS ESTUDIOS ORPHEA

Tal día como ayer sábado, un 28 de abril de 1962, hace exactamente cincuenta años, se incendiaron los Estudios Orphea. Hace exactamente cincuenta años, mi padre y yo contemplábamos desde la galería de casa un cielo rojizo. Desde allí se podía ver la parte superior de la cúpula del Palacio Nacional de Montjuïch, tenía el mismo color de las llamas. Mi padre alarmado, recuerdo que dijo, ¡Se está quemando el Palacio Nacional!, porque estaba claro que se trataba de un incendio. Hacía poco rato que habíamos terminado de cenar y decidimos ir a ver que era lo que sucedía. Lo que vimos fue una tremenda imagen. Un espectacular incendio. Los Estudios Cinematográficos Orphea estaban ardiendo por los cuatro costados. Recordaré siempre aquella noche tan cerca del fuego.

Ayer sábado, 28 de abril de 2012, asistimos a la Filmoteca a la sesión especial de las 21,45 para visionar el documental que había rodado Xavier Juncosa en 2002 “Orphea, miratge d’una indústria”, se proyectaba porque se cumplía el 50 Aniversario del incendio de aquellos estudios catalanes de cinematografía. Allí se había rodado el primer film hablado en catalán “El café de la Marina” de Domenech Pruna (1933), también se rodó el primer film en color español. Durante la Guerra Civil acogió el rodaje de “L’Espoir: Sierra de Teruel” de André Malraux. Allí se rodó “María de la O” con Carmen Amaya y “La bella Lola” de Alfonso Balcazar que fue la última película que pasó por allí. Sin olvidar “El último cuplé”.

El primer rodaje que se realizó fue “Pax” (un film francés dirigido por Francesc Elías), que inauguró los locales con la presencia de Francesc Macià que asistió a las primeras tomas de rodaje.

El film de Juncosa es un documental minuciosamente elaborado gracias a la tenacidad de su director y varios años de rodaje. Hubo una búsqueda previa e intensiva en Barcelona y en París, lugar donde se constituyó la empresa, con Francesc Elías, Camille Lemoine, el marqués Breteil, interviniendo también la actriz Moussia, pero resultó imposible hallar el acta o registro de la sociedad. En Francia no fue obligatorio el registro civil de sociedades hasta después de la II Guerra Mundial. Ningún organismo oficial tiene constancia de su existencia como sociedad dedicada al cine. Se rastrearon hemerotecas y la Filmoteca Francesa de París. Nadie sabía nada. No obstante al fin, apareció un anuncio en una revista cinematográfica donde los Estudios Orphea iniciaba el rodaje de una película. A partir de ahí se pudo seguir un pequeño rastro. El anuncio contenía una dirección y un teléfono. Personados en el edificio, allí nadie sabía que hubiese habido una productora de cine. Pero consultados los listines de teléfonos de la época se halló el número y la dirección (la misma) a nombre de Moussia, lo cual confirmaba que se actuaba desde la casa de la actriz. Fue Elías quién propuso a Lemoine montar los estudios en Barcelona y éste aceptó. Todos esos personajes eran afines a la derecha y nos les fue difícil contactar con el alcalde de Barcelona Pich i Pon, miembro destacado del partido de Lerroux, logrando que les arrendara el que había sido el Palacio de la Química en la Exposición de 1929 que estaba situado detrás del Pueblo Español y frente a la Foixarda. Allí se instalaron en 1932. Un edificio del arquitecto Antoni Sardá i Moltó. Los Estudios Orphea existieron treinta años, de 1932 a 1962 año en que se incendiaron.

Pasemos pues a la fatídica noche del incendio. Digamos para empezar que siempre se rumoreó que había sido intencionado. Existen dos hipótesis: 1). La producción había bajado mucho en los sesentas por la competencia que se hacía desde Madrid bajando precios para que se rodara allí. En una visita que hizo a Barcelona por aquellos días, el Ministro de Industria de Franco, dijo a un grupo de empresarios que la Industria Cinematográfica debía estar en Madrid que en Cataluña ya tenían la Industria Textil. Estaban claras las posturas del gobierno. Pero el año anterior y el mismo año del suceso, misteriosamente subió la producción de los estudios. 2). Desde hacía algún tiempo, el alcalde franquista Sr. Porcioles estaba librando una batalla personal con los estudios para que dejasen el local porque decía que lo necesitaba para ampliar el Pueblo Español, pero debían haber impedimentos legales que hacían infructuosas sus conversaciones con los directivos de los estudios. Se sabe que durante el incendio el jefe de bomberos en un momento dado llamó por teléfono a Porcioles, se supone que para comunicarle lo que se estaba ardiendo. El caso es que cuando regresó dio la orden de que se abrieran todas las puertas de los estudios, algo a lo que se negaron todos, bomberos principalmente y trabajadores. Era bien sabido que si se abrían las puertas el fuego se esparciría con gran violencia y ardería todo. Pero el hombre ordenó que se cumplieran las órdenes. Y en pocos minutos se hundía la cúpula y no quedaba nada en pie.

Ambas hipótesis son posibles, aunque cada vez ha adquirido más fuerza la segunda. Cuando a Porcioles se le comunica que arden los estudios vio abierto el cielo, se acababan allí las discusiones, solo era cuestión de dejar que se quemasen y así recuperaba el espacio tan ansiado. Juncosa entrevistó a dos bomberos jubilados que estuvieron en el incendio y ante las cámaras explican que de la forma en que se originó el fuego y como éste fue gestionado era evidente que se trataba de algo intencionado. En el acta de los bomberos, que se muestra en el film, se dice que se desconoce el origen del fuego. Nunca se investigó. La prensa notificó de pasada el suceso y el caso fue tapado. La ampliación del Pueblo Español nunca se llevó a cabo. Hoy el solar se utiliza como aparcamiento para autocares turísticos.